“Una entidad como ASCOM es el marco ideal para que los jóvenes compliance officer crezcan, compartan y se hagan un hueco en el sector”
Desde un grupo de LinkedIn, creado hace apenas un mes, ASCOM y su coordinadora de esta iniciativa, la compliance officer Elena Canabal, se ha logrado aglutinar los intereses de 700 jóvenes profesionales menores de 35 involucrados en el compliance.
La celebración de la jornada de puertas abiertas a finales del mes de junio sirvió para que muchos de estos profesionales conocieran ASCOM y toda la amplia gama de actividades que esta asociación pone en marcha para ayudar a la formación y profesionalización del compliance officer.
Nuestra compañera de ASCOM, Elena Canabal, nos explica el origen de esta iniciativa y también qué esperan los jóvenes profesionales de asociaciones como la nuestra y de la propia actividad del Compliance Officer.
Su trayectoria antes de llegar al compliance
En un principio, quería ser opositar para ser diplomática, pero al final el mundo del compliance me atrajo inesperadamente. Estudié derecho y relaciones internacionales en ICADE (Programa E-1 Internacional) con ese ánimo. Sin embargo, cuando llegó la hora de ponerse, me di cuenta que lo de opositar no era lo mío y no encajaba con mi inquietud profesional.
Después de hacer prácticas en una consultora inmobiliaria, aterricé en un despacho internacional en el que me centré en la práctica procesal civil. En un momento dado, me dijeron que fuera a Reino Unido para hacer un secondment en materia de abuso de mercado.
En aquel momento no tenía claro que el abuso de mercado podría tener relación con el cumplimiento normativo. El secondment tenía por objeto mejorar un aplicativo en materia de abuso de mercado para un conocido banco internacional parametrizando todos los elementos y detectando potenciales escenarios de riesgos. El proyecto terminó y a mi vuelta de España me di cuenta que tenía que seguir ahondando en el mundo del compliance. El problema es que era el momento de la crisis, como podéis recordar en aquel 2012 era complicado encontrar trabajo, al menos de carácter indefinido.
La segunda oportunidad para ahondar en el mundo compliance fue CecaBank donde trabajaba como empleada temporal externa a través de una ETT, en el departamento de cumplimiento normativo. Ahí ya supe que me iba la marcha del mundo Compliance.
Y, finalmente, una de mis experiencias previas mas relevantes fue la que adquirí al entrar a Deloitte Legal como Asociada en el Departamento de Regulatorio & Compliance. Gracias al enfoque multidisciplinar de los diferentes proyectos en los que asesoraba, pude acercarme a una visión del Compliance 360°.
Y de esa primera incursión, ¿qué le llamó la atención?
Como comentaba, esa primera breve incursión fue en materia de abuso de mercado, una rama muy concreta del sector financiero y del Compliance, pero ya advertí las posibilidades de las herramientas tecnológicas en esta práctica que ayudaba a mitigar los riesgos en nuestra profesión.
Realmente es impresionante cómo el uso de tecnología nos ayuda a los compliance officer en nuestro trabajo y al mismo tiempo evita que las empresas cometan delitos. Es importante que las empresas tengan alguien que les defienda y entendí que mi orientación no era tanto a nivel personal sino corporativo.
Como sospechaba, suelo guiarme por mucho por mis primeras intuiciones, al final en esta actividad en CecaBank me apasionó mucho, de tal forma que tenía claro que era esto lo que quería hacer. No obstante, fue un camino totalmente insospechado, ya que en la universidad no se desarrolla como asignatura, ni siquiera hay pinceladas que te puedan aproximar a este mundo, lo que hace que caigas en este mundo casi de rebote.
En la actualidad, usted ha seguido su trayectoria profesional en el mundo del compliance.
Sí, formo parte del departamento de cumplimiento normativo de un banco internacional en el que mis funciones principales son el velar por el cumplimiento y la supervisión del área del Sur de Europa. Me encargo de supervisar los requerimientos regulatorio, velar por el cumplimiento de las normas locales bajo el paraguas de un Compliance Officer local, actuar en situaciones de crisis, ver cómo se implantan los puntos identificados por las auditorías así como gestión de equipo pero desde diferentes países, lo cual no siempre es tan cercano como me gustaría. También estamos pendientes de los temas que surjan en la semana de interés, sobre todo a nivel disciplinario.
Al mismo tiempo, estoy al frente de diferentes proyectos regulatorios, proyectos normativos relacionados con servicios de inversión, impartir formación, seguimiento de la normativa de manera diaria, análisis de riesgos, entre otros temas.
Desde luego con las actividades que realiza, da la sensación que un tiene que ser proactivo a nivel de perfil.
La verdad que en este trabajo es imposible aburrirte. Me encanta la incertidumbre de un día dominar una norma y al año siguiente, tras la publicación de una nueva modificación, volverte a ponerte a estudiar.
La verdad es que nunca me ha gustado especializarme demasiado, prefiero ser “chica orquesta·” y hacer un poco de todo en mi labor de compliance officer y no parar nunca de aprender. Un compliance officer debe ser un profesional proactivo, resolutivo y muy orientado al negocio. Nuestra labor preventiva siempre debe ser amistosa y no podemos olvidar recurrir a nuestras dotes diplomáticas, haciéndonos oir ante potenciales incumplimientos. Tienen que vernos siempre como un “policía amistoso” .
Al mismo tiempo, tiene que ser alguien que mire al futuro, busque mejorar la profesión, una persona con capacidad de actuación y que conozca bien las herramientas tecnológicas. Cada vez más, el compliance officer va a tener un perfil orientado a la tecnología. Es la gran ventaja que tenemos las nuevas generaciones frente al resto de profesionales.
¿Cómo cree que valoran los jóvenes profesionales el mundo del compliance?
El mundo del compliance evoluciona de forma notable. Y el papel del compliance officer por su diversidad de actividades atrae mucho a los jóvenes profesionales que acaban por desarrollar su carrera profesional en esta actividad.
Hay que darse cuenta que la normativa va creciendo progresivamente y ese es otro reto que los jóvenes queremos asumir desde el inicio de nuestra actividad profesional.
En una sociedad tan cambiante, este tipo de perfiles profesionales nos llaman mucho la atención a los más jóvenes, de ahí que decidamos iniciar nuestra actividad profesional en el mundo del compliance, dedicándonos sobre todo a mejorar el modelo de compliance de cada empresa con nuevas ideas que mitiguen esos riesgos.
¿Qué balance hace de la jornada de puertas abiertas en ASCOM?
Desde hace tiempo tenía claro que los jóvenes profesionales teníamos un papel relevante en el mundo del compliance. Después de siete años dedicándome al Compliance creo que era el momento de poner en marcha esta iniciativa ASCOM under 35 para que podemos comentar e intercambiar ideas sobre nuestra profesión.
Los jóvenes que trabajamos en compliance nos enfrentamos a retos similares en nuestro día a día. Es fundamental compartirlos con expertos de tu edad. De ahí surgió la idea que enseguida aceptó ASCOM y su Junta Directiva, la asociación más representativa del mundo del Compliance en España.
La verdad que la jornada de puertas abiertas celebrada en ASCOM fue un éxito a nivel de convocatoria, cerca de medio centenar de compañeros acudieron a la misma y al mismo tiempo hubo bastante empatía con los profesionales de ASCOM como Sylvia Enseñat, su presidenta o José Zamarriego, vicepresidente o los vocales Francisco Caamaño y Francisco Bonatti, estos últimos conectaron online desde Galicia y Cataluña e. ASCOM, es evidente que cree en los jóvenes y por ha vuelto a ser la primera asociación con este tipo de iniciativa en España.
¿Cómo se percibe ahora ASCOM en el sector tras esta jornada?
El balance ha sido muy positivo porque gracias a estas casi dos horas de contacto con ellos está claro que hay puntos de encuentro entre ASCOM y nuestro colectivo. Tras el verano veremos a ver por dónde vamos a nivel de colaboración, pero estoy segura que se va a mantener en el tiempo. La gente salió contenta, sin lugar a dudas y ahora está a la expectativa de cómo se cristalizará esta colaboración en un futuro no muy lejano, está claro que habrá muchas ideas que pondremos en marcha.
Los compañeros asistentes a este encuentro informal valoraron muy notablemente la actividad de ASCOM, vertebrada en desayunos para socios, webinar formativos en el IECOM, la recién estrenada Comunidad de Compliance que tiene actividad propia en cada ciudad española y especialmente el Dia del Compliance Officer, el evento singular de ASCOM, que en esta su tercera edición tendrá lugar el próximo 21 de noviembre en Madrid.
Sin duda queda mucho por recorrer, pero había que dar el primer paso y espero que esto sólo sea el principio de lo que nos espera en un futuro.