ASCOM impulsa con el Colegio de Abogados de Barcelona y Lefebvre-Inteligencia Juridica un foro para analizar el impacto del compliance en las pymes
Éxito de convocatoria de la primera edición de los Diálogos de Compliance en Barcelona
¿Qué piensa el empresariado del compliance? Con esta pregunta arrancó el pasado 9 de noviembre la primera edición de los DIÁLOGOS DE COMPLIANCE en Barcelona, organizados conjuntamente desde ASCOM con el Ilustre Colegio de la Abogacía y con la colaboración técnica y patrocinio de Lefebvre-Inteligencia Jurídica.
Para Francisco Bonatti, vocal de la Junta directiva de ASCOM y moderador de esta sesión de trabajo “el objetivo era debatir alrededor del Compliance desde una perspectiva que creemos se ha trabajado poco. Y es que, si bien se han prodigado las formaciones y explicaciones técnicas destinadas al sector empresarial, en muchas ocasiones tenemos la sensación de que falta pararnos a escuchar su opinión”.
Al mismo tiempo destacó que “no podemos olvidar que el principal protagonista del compliance, que no es otro que la empresa: ¿Qué opina el empresario de todo ello? ¿Están nuestras empresas preparadas para afrontar los retos del compliance?, son cuestiones que queremos que tengan una respuesta en estos debates”.
Como es tradicional en los DIÁLOGOS DE COMPLIANCE, el debate se inició ya antes del día señalado a través de la encuesta que nuestros colaboradores Lefebvre Inteligencia Jurídica lanzaron desde la página web del evento, que los asistentes cumplimentaron al formalizar su inscripción y sirvió de guion para el debate.
En esta ocasión contábamos con la participación de las dos asociaciones empresariales más representativas de Catalunya, Foment del Treball Nacional y la confederación PYMEC.
La jornada arrancó con las palabras de bienvenida de Francisco Bonatti, vicepresidente de la Sección de Compliance de ICAB y Vocal de la Junta Directiva de ASCOM, y la presentación de los ponentes invitados Iris Molina responsable del Departamento de Conocimiento y Formación en Foment del Treball y Luis Viguera, secretario del Patronato de Fundación PIMEC y director de la sectorial de servicios de salud y sociales de PIMEC.
Siguiendo la fórmula habitual de nuestros diálogos, se fueron presentando los resultados de la encuesta lanzada a través de la página web dando un primer turno de intervención a los invitados, quién es aprovechaban para dar su opinión sobre los resultados de la encuesta, que acompañamos a este resumen, abriéndose posteriormente el debate a todos los asistentes.
El debate sobre si las empresas españolas están preparadas para afrontar los retos de compliance que les exigen los legisladores, se hizo eco del escaso interés que el empresariado percibe en el legislador por preguntar a las empresas antes de acometer este tipo de reformas.
En este sentido, Luis Viguera destacaba especialmente que más del 98% del tejido empresarial español está formado por pymes y que, concretamente el 94% eran micropymes con menos de 10 trabajadores, que este fenómeno es bastante similar en una gran mayoría de países de la Unión Europea y sin embargo -consideraba representante de Fomento- en muy pocas ocasiones se tenía en cuenta y consultaba previamente este importante tejido empresarial, de modo que la legislación escasamente lo tenía en cuenta a pesar de iniciativas como la small business act europeas. Lamentaba también la enorme dificultad para conseguir la implementación efectiva de las Directivas Comunitarias.
Abordando si existían riesgos de pérdida de competitividad de nuestras empresas al acometer estas reformas, Iris Molina opinó que estas reformas tenía mucho más que ver con una transformación cultural y por lo tanto mermaba poco la competitividad en una línea similar a la manifestada por el representante de PIMEC para quien el esfuerzo de adaptación se diluye en el tiempo, manifestando que es difícil considerar que la viabilidad de un producto o servicio pueda depender de los costes añadidos de este tipo de esfuerzos
Al mismo tiempo, sí advertia de las dificultades y riesgos que plantea la existencia de una cierta competencia desleal por parte de aquellas empresas que no aplican los sistemas de compliance a su actividad frente aquellas otras que si acomodan su acción empresarial a dichos modelos de conducta, fenómeno este por ejemplo que han detectado con cierta habitualidad en países del continente africano, donde incluso grandes corporaciones actúan sin respeto a los principios básicos del buen gobierno, en detrimento del juego limpio con aquellas empresas que si lo hacen.
Abierto el debate entre los asistentes, se insistió en la necesidad que los sistemas de compliance se perciban por el empresario como una fórmula para la gestión de riesgos empresariales más que como una imposición normativa obligatoria, mostrar al empresario el mapa de riesgos del compliance y defender la necesidad de una respuesta proporcional de los reguladores y las autoridades judiciales ante la gestión del riesgo de compliance que hiciera el empresariado, porque es desde esa visión donde la empresa puede comprender su eficacia. Luis Viguera destacó la necesidad de alejarse de prácticas defensivas en materia de compliance derivadas de una percepción equivocada del mercado y los consumidores respecto del mismo.
Al preguntarnos si el esfuerzo por implantar el buen gobierno y el compliance en las pymes se reconoce y valora por consumidores y mercados, hubo coincidencia generalizada en que hacen falta acciones más intensas de las administraciones y reguladores para que mercados y consumidores conozcan y valoren este tipo de acciones.
Otra pregunta que se les hizo a ambos invitados que las grandes empresas pueden favorecer una mejor cultura de compliance en nuestro tejido empresarial, especialmente asumiendo un cierto liderazgo, en palabras del representante de PIMEC, que debería derivar en mayor concienciación social y en acciones de apoyo a sus proveedores y contratistas.
Por su parte, Francisco Bonatti explicó el contenido y desarrollo del proyecto liderado por IBERDROLA con la colaboración de ASCOM para fomentar la implantación de compliance en las PYME. Un programa único en su género y que en esta primera fase la iniciativa se llevará a cabo en tres comunidades autónomas: País Vasco, Navarra y la Comunidad Valenciana. Asimismo, está previsto que participen, en un primer momento, unas 30 organizaciones y que el programa se amplíe en próximas ediciones, tanto en número de participantes como en regiones
Para cerrar el debate, los dos invitado insistieron en que es imprescindible que paralelamente a estas reformas legislativas, las administraciones publicas provean al empresariado de recursos que les ayuden a capacitarse para liderar este cambio en las organizaciones, tanto a nivel formativo, como en subvenciones o ayudas similares a las que se establecen para los esfuerzos en I+D+i, ya que el futuro de nuestras empresas depende en parte de una correcta aplicación del buen gobierno y el compliance.