El próximo 12 de junio ASCOM organiza un webinar a través del IECOM sobre Cuáles son las obligaciones de las empresas en materia de información no financiera (nueva Ley 11/2018) y cómo llevarlas a la práctica. Una nueva obligación que muchas empresas deben afrontar tras la aprobación de la citada norma.
La ponente de este interesante seminario es Alicia Fernández del Viso profesional con más de diez años de experiencia en Responsabilidad Corporativa y Transparencia. Actualmente dirige la unidad de Responsabilidad Social Corporativa de Indra, definiendo e implementando la estrategia de sostenibilidad de la empresa y elaborando el reporte en materia no financiera incluyendo el Informe de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa.
Como resultado de su buen desempeño Indra es la única empresa de su sector que lleva 13 años consecutivos en el índice Dow Jones de Sostenibilidad. Esta experta nos ha aclarado en la entrevista que publicamos a continuación todo lo que tiene que ver con dichas obligaciones en materia de información no financiera.
Desde su punto de vista “es fundamental que el compliance officer conozca el modelo de reporte no financiero de la empresa y en concreto los aspectos relacionados con el reporte en materia de gestión de riesgos no financieros para tener una visión global del desempeño en dicha materia”.
¿Cómo ve que están encajando las empresas la nueva Ley 11/2018 de Información no financiera aprobada el 29 de diciembre de 2018 obliga a las empresas a la “divulgación de información no financiera o relacionada con la responsabilidad social corporativa?
Para las empresas que ya veníamos reportando información no financiera desde hace tiempo no ha supuesto un gran cambio. Sin embargo, existe un gran número de empresas que no veían publicando esta información, en algunos casos porque sus matrices ya publicaban un informe de sostenibilidad y en otros porque simplemente no existía un requerimiento que las obligase a hacerlo.
Para ellas la dificultad está siendo mucho mayor ya que no cuentan con una cultura de reporte no financiero y tampoco tienen implantadas herramientas que les ayuden a obtener la información que pide la Ley.
¿Qué principales inconvenientes están viendo las empresas en ese reporte de dicha información?
El principal inconveniente es pasar de no reportar información no financiera, a tener que obtener información e indicadores con un nivel de detalle considerable. Para ello es preciso contar con procedimientos y sistemas de información maduros que garanticen la calidad de la información reportada.
También es preciso formar a todas las unidades involucradas en el proceso de reporte. A ello se suma por un lado la necesidad de verificación y por otro la responsabilidad que los órganos de gobierno de la empresa adquieren sobre la información publicada, lo que añade un mayor nivel de exigencia a todo el proceso.
¿Cuál es la utilidad real de esos informes no financieros que ahora las empresas tienen que aportar?
Los informes no financieros no deben ser un fin en sí mismos sino una herramienta que sirva a la empresa para compartir con sus grupos de interés el grado de avance en cuestiones no financieras, y sus objetivos a futuro.
Lo importante es tomar conciencia de la relevancia que tiene para la empresa hacer una gestión adecuada de las cuestiones sociales, ambientales y de gobierno.
¿Qué aspectos no financieros son ahora más valorados por otras compañías?
Todos los aspectos relacionados con la gestión de la diversidad con foco en la diversidad de género y la lucha contra el cambio climático han adquirido gran relevancia. También los temas fiscales y los relacionados con el impacto social y ambiental de las empresas en línea con las metas establecidas a través de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
En estos informes hay que señalar también cuestiones relacionadas con la lucha contra la corrupción y soborno. ¿De que forma una empresa pueda prevenir dichas prácticas?
La mejor forma de prevenir estas prácticas es reforzar la cultura de cumplimento de toda la empresa. Es fundamental contar con un Código Ético que sea conocido por todos los empleados y colaboradores de la empresa y con un plan de formación en ética y cumplimiento que dé a conocer a todos los empleados y colaboradores de la empresa los códigos, políticas y normas de conducta corporativas.
También poniendo a disposición de los empleados mecanismos ágiles de consulta para que puedan resolver sus dudas y saber cómo deben actuar en cada situación. Asimismo, las áreas relevantes deben establecer controles periódicos para mitigar los posibles riesgos sobre todo en actividades clave como son las compras a proveedores, fusiones y adquisiciones, donaciones y patrocinios o contratación de asesores comerciales.
¿Le sorprende que la ley española sea la más restrictiva en la trasposición de la citada directiva sobre divulgación de información no financiera y de diversidad?
Todos los estados miembros han realizado trasposiciones de la Directiva más o menos restrictivas y en casi todos los casos se ha incrementado la exigencia sobre las empresas que están obligadas a reportar.
En el caso de Reino Unido, Italia y Alemania el alcance la trasposición ha incrementado las exigencias existentes, sin embargo, en Francia el alcance del reporte no financiero ya era muy amplio antes de la trasposición de la Directiva.
En general la implementación de la Directiva ha sido un paso positivo, aunque haya aspectos que no hayan sido implementados de manera adecuada, como por ejemplo los temas relacionados con la materialidad de los aspectos no financieros más relevantes para cada empresa.
¿Qué papel tiene encomendado el compliance officer en este terreno?
El compliance officer tiene un papel muy relevante a la hora de recoger y aportar toda la información no financiera relevante en temas éticos y de cumplimiento legal que piden tanto la Ley 11/2018 como los estándares de reporte más utilizados (p.e. GRI). Asimismo, desde un punto de vista más estratégico es fundamental que el compliance officer conozca el modelo de reporte no financiero de la empresa y en concreto los aspectos relacionados con el reporte en materia de gestión de riesgos no financieros para tener una visión global del desempeño en dicha materia.
Por último, ¿Qué le parece que como novedad digna de mención es que la nueva Ley 11/2018 exige que la información no financiera que presenten las empresas junto al Informe de Gestión, esté verificada por un prestador independiente de servicios de verificación?
Si queremos equiparar la calidad de la información no financiera a la información financiera una buena manera de conseguirlo es someter la información a una verificación independiente.
En este punto señalar que con sus conocimientos y experiencia el verificador puede contribuir mucho a la mejora del modelo de reporte no financiero de la empresa, apuntando áreas de mejora que ayuden a construir un modelo de reporte no financiero más sólido y enfocado a las áreas más relevantes para la empresa.