En esta ocasión el Premio al mejor Compliance Officer a Mónica Lopez-Monis que ejerce esa labor en el Banco de Santander a nivel de grupo. Mónica que no pudo por motivos de trabajo acudir a recibir el premio. Lo hizo en su lugar Felipe Medina responsable en el Grupo Santander de los temas de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo. Fue Julián Martinez-Simancas, Secretario del Consejo de Administración de Iberdrola quien entrego esta distinción. Estas son las declaraciones de Mónica López-Monis sobre la actualidad del compliance y el premio recibido.
¿Podría explicarnos como se articula el papel de Compliance Officer dentro del Banco de Santander?
La función de cumplimiento en el Banco Santander tiene una misión claramente definida: promover la adhesión de Grupo Santander a las normas, requerimientos de supervisión y principios y valores de buena conducta, mediante el establecimiento de estándares, debatiendo, aconsejando e informando, en interés de los empleados, clientes, accionistas y la sociedad en general.
Su alcance comprende todas las materias relacionadas con el cumplimiento regulatorio, prevención del blanqueo de capitales y financiación del terrorismo, gobierno de los productos y protección al consumidor y riesgo reputacional.
De acuerdo a la actual configuración corporativa de las tres líneas de defensa de Grupo Santander, Cumplimiento y Conducta es una función de control independiente de segunda línea con reporte directo y periódico al consejo de administración y a sus comisiones. Esta configuración está alineada con los requerimientos de la regulación bancaria y con las expectativas de los supervisores.
¿Cómo se incorporó a ese puesto? ¿Cuál es su día a día?
Me incorpore al puesto en el año 2015, después de haber desarrollado toda mi carrera en el ámbito jurídico como Secretaria General y del Consejo de varias compañías.
Aunque ya había tenido la responsabilidad de la función de cumplimiento en otras entidades, la dedicación plena a la misma es fundamental para poder desempeñar la función con independencia.
¿Qué rasgos deben definir a un buen Compliance Officer?
Es fundamental tener un buen conocimiento de la organización, de los procesos de toma de decisiones y entender bien el negocio; solo así se puede ejercer de forma efectiva la función.
Un buen Compliance Officer debe ser capaz de predecir los riesgos de cumplimiento a los que la organización puede enfrentarse y desarrollar los planes de acción para prevenirlos y mitigarlos. Es importante que sea una persona respetada dentro de la organización que contribuya a la creación de una cultura de cumplimiento sólida y eficaz.
¿Qué papel ocupa la formación en el perfil de un profesional como usted?
La formación ocupa un papel esencial en la función de cumplimiento, porque no basta con tener conocimientos jurídicos y regulatorios. Es muy importante tener formación en gestión de riesgos, dado que el Compliance Officer es un gestor de riesgos no financieros. También es importante tener conocimientos técnicos y de sistemas, capacidad analítica y formación en el desarrollo e implantación de modelos de control interno
¿Hacia dónde cree que va a evolucionar el compliance en los próximos años?
La función de cumplimiento se ha convertido en las entidades financieras y en otras industrias en un elemento fundamental que es tenido en cuenta en todos los procesos de toma de decisiones.
El futuro vendrá determinado por una presión por aplicar controles automatizados y mecanizados, utilizar inteligencia artificial y machine learning para realizar controles más eficaces y efectivos y complementar los equipos con nuevos perfiles: data analysts, matemáticos, estadísticos, psicólogos, etc.
¿Es necesario que estos profesionales tengan un estatuto jurídico propio para delimitar su responsabilidad?
Sería muy deseable que los profesionales que se dedican a la función de cumplimiento tengan un estatuto propio que delimite su responsabilidad, porque ello contribuiría a generar seguridad jurídica y facilitaría la identificación de los perfiles adecuados para la función.
Los profesionales que se dedican al Compliance asumen una gran responsabilidad y las consecuencias de una sanción, incluso por hechos anteriores al inicio de su mandato, pueden ser muy negativas para su futuro profesional, por lo que una regulación clara de su estatuto jurídico sería muy positiva.