¿Qué razones personales o profesionales le llevaron a descubrir el mundo del compliance?
Me adentré en el fenómeno del compliance, como muchos compañeros de profesión, a raíz de mi vocación por el Derecho Penal. En nuestro despacho empezamos a asesorar a compañías, desde un punto de vista preventivo, a partir de la introducción de la responsabilidad penal de las personas jurídicas en nuestro Código Penal, en el año 2010.
Desde su experiencia profesional ¿Cuál es el papel que están llamados a desempeñar los abogados o consultores respecto a las funciones de compliance de las organizaciones? ¿Qué pueden aportar a sus clientes?
He tenido la suerte y la satisfacción de poder colaborar, durante la implantación de modelos de prevención de delitos, con consultores de distintas firmas especializados en múltiples disciplinas, y estoy convencido de que son dos perfiles, el del abogado y el del consultor, que se complementan muy bien a la hora de abordar proyectos de estas características.
Un equipo multidisciplinar, compuesto por abogados especializados en las distintas ramas del derecho y por consultores tecnológicos o de procesos, ofrece un enfoque óptimo para ofrecer este tipo de servicios.
¿Cómo ve la evolución del compliance en los próximos años?, ¿Qué espera del futuro en esta materia?
Desde la perspectiva de la responsabilidad penal de las personas jurídicas, y dado el efecto expansivo de la legislación penal de nuestros días, creo estar convencido de que presenciaremos como, de forma progresiva, el legislador va a ir ampliando el catálogo de delitos que atrae la responsabilidad de las empresas. Un buen ejemplo, que surge de manera habitual en los distintos foros de opinión sobre compliance, es el hecho de que los delitos contra la seguridad de los trabajadores, tradicionalmente patológicos en nuestras empresas, no se contemplen en el compendio de tipos que pueden acarrear la responsabilidad penal de la persona jurídica.
¿Cómo se especializó en compliance?, ¿Qué utilidad tienen para usted certificaciones profesionales como CESCOM?
Desde el punto de vista académico, cursé el Postgrado en Compliance Penal de la Universidad de Barcelona y obtuve, el pasado mes de julio, la Certificación de Compliance CESCOM que emite nuestra asociación.
Estar en posesión de la certificación CESCOM supone, sin duda, una herramienta fundamental para poder acreditar tus aptitudes y conocimientos ante clientes y terceros. Además, me parece especialmente útil que la certificación está homologada con las certificaciones emitidas por las asociaciones que conforman la International Federation of Compliance Associations (IFCA), lo que supone, a efectos prácticos, que las personas que superan el examen de CESCOM obtienen también la acreditación de Internationally Certified Compliance Professional, reconocida por las asociaciones miembro de la IFCA.
¿Están suficientemente protegidos los Compliance Officer en las organizaciones?, ¿Cree que el Compliance officer debe tener un estatuto jurídico propio?, ¿qué le pediría al legislador, en esta materia?
En absoluto, creo que existe una situación de desamparo absoluta de todas aquellas personas que ejercen como Compliance Officers. Además, creo que lo realmente grave y preocupante es que no exista ningún tipo de iniciativa, desde el sector público, para trabajar en el diseño de un estatuto jurídico que proteja a las personas que decidan ejercer esta profesión.
En este sentido, creo que es fundamental el Libro blanco sobre la función de Compliance que publicó en su día ASCOM, y cuyo objetivo no es otro que el de ayudar a estos profesionales a concretar el alcance de sus atribuciones y funciones.
¿Qué le ha aportado formar parte de ASCOM como asociado?, ¿Qué espera de ASCOM en los próximos años?
Creo que es muy importante poner en valor el factor aglutinador y dinamizador que supone ASCOM para todos aquellos profesionales del compliance. En este contexto, me parece especialmente interesante la reciente creación del Instituto de Estudios de Compliance (IECOM), que de alguna forma ofrece a todos sus asociados, desde el mayor rigor académico, formación continua para una profesión tan cambiante y enérgica como la nuestra.
Mi anhelo para los próximos años es que las distintas iniciativas y servicios que ASCOM pone a disposición de sus asociados puedan canalizarse a través de sus delegaciones territoriales que la asociación, a través de su Junta Directiva, lleva impulsando desde sus inicios.