Carmen Benincasa, Salvador Galván y Enric Palanca han superado las pruebas de capacitación del CESCOM. Con ello el certificado que han logrado garantiza que son profesionales con una formación elevada y competitiva a nivel de compliance offficer. Estas son sus primeras impresiones tras haber superado dichas pruebas
¿Podría explicarnos su vinculación con el Compliance en su actividad profesional?
Carmen Benincasa señala que “mi vinculación con el Compliance arranca en JLL, una de las big five del Real Estate global, donde he tenido la oportunidad de desarrollarme como profesional en el ámbito del cumplimiento normativo. Actualmente soy Compliance Officer de Novo Banco Gestión, S.G.I.I.C., S.A., sociedad gestora perteneciente al Grupo portugués Novo Banco”.
En el caso de Enric Palanca hay que señalar que “soy abogado en ejercicio desde hace 24 años y hace exactamente 2 inicié mi andadura en la consultoría de Compliance con el asesoramiento a PYMEs para el diseño e implementación de Sistemas de Gestión de Compliance penal, alineados con la norma UNE 19601, así como el desarrollo del Compliance laboral para la aplicación de controles en la detección y gestión de riegos de incumplimiento de obligaciones del orden social y laboral de las empresas”.
Por su parte, Salvador Galván, destaca que forma parte de la Unidad de Cumplimiento normativo de su compañía.
¿Qué papel debe jugar la formación continuada para un experto en cumplimiento?
Para Benincasa “sin duda un papel muy importante. Primero porque un experto en cumplimiento no puede no estar al día de las novedades normativas, requerimientos etc. para poder desempeñar sus funciones de asesor y supervisor, entre otras. En segundo lugar, uno de los componentes fundamentales de los planes de compliance es la formación. Hay que formar a todos los niveles y a todas las “líneas de defensa”. Por tanto, la formación es esencial tanto para el Compliance Officer para actualizarse constantemente como para el resto de los empleados para la prevención de los delitos.”.
Para Palanca “Desde la perspectiva del consultor también resulta esencial, no solo por la autoaplicación de uno de los principios básicos del Compliance, sino por la diversidad de bloques normativos que pueden afectar al alcance de un Sistema de Gestión que, aun sin que se le deba exigir al experto que aspire a ser un Leonardo de Vinci del Compliance ;-), resulta obligado que conozca, al menos en lo esencial, así como de la existencia de los cambios que se vayan produciendo en su regulación. Lo que nos obliga a la formación continuada”.
Carmen Benincasa señala que “la formación es esencial tanto para el Compliance Officer para actualizarse constantemente como para el resto de los empleados para la prevención de los delitos.”.
En opinión de Galván “creo que es de suma importancia la formación continua para cualquier persona que se dedique a este campo, dado las lagunas que plantea la legislación española y el amplio abanico de actividades que abarca el Compliance a nivel global. Además, hay poca concreción en algunos aspectos, y es necesario en muchas ocasiones recibir formación de profesionales que tengan más experiencia en Compliance, ya sea por provenir de sectores regulados, como por haber adquirido experiencia profesional en empresas extranjeras, donde esta materia lleva más tiempo implantada”:
¿Cómo conoció CESCOM como certificación y porque se ha presentado?
Benincasa recuerda que “la conocí a través del Programa de Especialización en Compliance del I.E.B. y decidí presentarme porque a pesar de llevar unos cuantos años en el mundo del Compliance, me ha parecido una oportunidad muy interesante para obtener una acreditación oficial de los conocimientos en esta materia que hasta hace poco no tenía un reconocimiento profesional oficial y poder mejorar además mi visibilidad en el ámbito laboral”.
En el caso de Palanca “conocí a ASCOM y CESCOM cursando el Master de Compliance Legal del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona y me presenté al examen animado por su Director y compañero Francisco Bonatti, como complemento para culminar mi formación y obtener una certificación profesional en Compliance con reconocimiento internacional”.
Por su parte Galván destaca que “conocí la certificación CESCOM a través de los medios de comunicación y a través de distintos foros. Decidí prepararme la certificación por el prestigio de la asociación y por ser la única certificación oficial que actualmente hay en España. Quería tener conocimientos más sólidos y amplios sobre esta materia y consideré que era una de las mejores opciones para adquirirlos”.
¿Qué dificultades entraña este tipo de pruebas académicas?
Carmen Benincasa indica que “en mi opinión, son las mismas dificultades que puede entrañar cualquier otra prueba de este tipo. Depende mucho del tiempo que se dedica a la preparación y al estudio de las materias en las que vierte el examen. Naturalmente tener conocimientos previos o experiencia en Compliance puede ser de ayuda, pero no es fundamental a la hora de enfrenarse a dicha prueba. En mi caso, el programa del I.E.B. al estar adaptado al temario de ASCOM me ha permitido reforzar la preparación del examen.
Salvador Galván apunta que “al tratarse de una materia muy novedosa, no hay muchos referentes ni conocimientos previos al respecto. Además, el material aportado para la preparación del examen es bastante denso”.
Para Enric Palanca “al ser un temario extenso y un sistema de evaluación basado en un examen test requiere de un estudio intenso. No obstante, el hecho de disponer de un previo sedimento en conocimientos en Compliance, sea por la práctica profesional en dicho ámbito, ya sea por una haber obtenido una formación especializada, supone un evidente valor añadido a la hora de preparar y enfocar el examen. En otro caso creo resulta recomendable preparar el examen con la guía de un centro de formación”.
¿Hay algún elemento de estas pruebas que tendría que mejorarse?
A juicio de Benincasa “tanto el temario como la tipología del examen me parecen en general abordables y adaptados a las necesidades de quien ejerce o quiere ejercer la función de Compliance. Lo que se podría mejorar tal vez es la frecuencia de las convocatorias de la prueba, de dos a cuatro veces al año por ejemplo. De esta forma se podrían ampliar las posibilidades de obtener la certificación”.
Por su parte Galván sugiere que “desde mi punto de vista, sería recomendable añadir aspectos más prácticos para la obtención de la certificación CESCOM”.
En opinión de Palanca “en mi opinión, si se ha optado por un sistema de evaluación basado en el test, las preguntas del examen deberían ir enfocadas en determinar el conocimiento en compliance del aspirante, evitando plantear cuestiones que puedan generar confusión o duda respecto a la pregunta correcta, puesto que en Compliance no todo es blanco o negro, sino que hay muchas zonas grises, lo que obliga a plantear las preguntas con claridad, precisión y sencillez”.