La Tecnología como gran aliado ante los retos del Compliance
La transformación tecnológica y digital es el gran reto al que se enfrenta actualmente la mayoría de las empresas y las áreas destinadas al cumplimiento normativo (o comúnmente denominado Compliance) no son ajenas a dicho reto.
Entendiendo el Compliance como el conjunto de procedimientos y buenas prácticas adoptados por las organizaciones para identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que se enfrentan, así como a establecer los mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos, no podemos negar que el entorno legislativo en el que la empresa desarrolla sus actividades es cada vez más abundante y complejo. El nivel de exigencia por parte de las autoridades y organismos regulatorios es cada vez mayor y el impacto de la regulación es más intenso que nunca, incluyendo incluso esta regulación sanciones de alto volumen económico que pueden llegar a comprometer en ocasiones la viabilidad de una compañía. Podemos decir por tanto que el Compliance, ha dejado de ser una opción voluntaria para muchas organizaciones y ha pasado a ser un requisito a integrar dentro de su estrategia y estructuras internas a fin de dar cumplimiento a los preceptos legales y poder protegerse ante situaciones de riesgo que pondrían en serios problemas la estabilidad y continuidad de la actividad de la organización.
Por ello, y por los recientes escándalos societarios y el innegable incremento de la sensibilidad social respecto de la ética de los negocios, un mayor número de organizaciones públicas y privadas incorpora estándares éticos y legales como protocolos de buen gobierno de obligado cumplimiento. Los riesgos a prevenir son aquellos que conllevan consecuencias como el daño reputacional, la imposición de importantes multas y sanciones, las pérdidas de negocio por contratos no ejecutables o la exclusión de licitaciones o subvenciones públicas, entre otras.
La Tecnología aplicada a la Prevención del Blanqueo de Capitales
La circulación de flujos financieros supone un reto no solo para los organismos públicos, sino también para los sujetos obligados en materia de Prevención de Blanqueo de Capitales, que se convierten en ocasiones en actores involuntarios en el proceso de blanqueo de fondos que provienen de actividades delictivas. El FMI, por ejemplo, estima que el crimen organizado mueve al año el equivalente al 3,6% del PIB mundial y la mayor parte de ese volumen acaba siendo blanqueado dentro del sistema financiero.
Debido a esto se han reforzado las medidas legales establecidas en materia de PBCyFT, tanto a nivel europeo con directivas específicas, como a nivel nacional a través de la Ley 10/2010 y su posterior Reglamento 304/2014 para regular todas las actividades susceptibles de estar relacionadas con el blanqueo de capitales.
Ante esta situación, existen hoy día en el mercado, herramientas tecnológicas especializadas en la función de Compliance que permiten, tanto a grandes corporaciones como pequeñas y medianas empresas, proteger su negocio desde el punto de vista legal y reputacional. Esto es así gracias al desarrollo por parte de empresas especializadas, que cuentan con gran conocimiento de la normativa existente y son expertas en tratar grandes volúmenes de información y bases de datos de ámbito mundial y que, apoyadas en algoritmos de cálculo y motores de reglas, permiten crear procesos de Know Your Customers (KYC) cada vez más eficientes.
La regulación en materia de PBCyFT establece qué sujetos están obligados a cumplir con una serie de medidas de Diligencia Debida sobre sus clientes y proveedores en función del nivel de riesgo de cada uno de ellos. Este proceso se conoce como Proceso de Onboarding. De igual modo, la legislación también obliga a los sujetos a monitorizar y mantener actualizada la información obtenida de cada uno de sus clientes ante cualquier cambio producido.
A la hora de realizar estos procesos de Onbarding y monitorización es donde disponer de la tecnología necesaria puede facilitar a las organizaciones la función de Compliance, mediante informes específicos de Diligencia Debida (Due Diligence) que permitan de forma rápida y eficaz la identificación de sus clientes hasta llegar a sus últimos beneficiarios, algo que cada vez se torna más complicado ya que los entramados societarios son cada vez más complejos. De igual modo, dichas soluciones tecnológicas, a través de funcionalidades de seguimiento, trabajan de forma online, vigilando nuestros clientes y alertándonos en tiempo real ante cualquier cambio producido en ellos, incluyendo en todo momento los documentos oficiales que acreditan la información, de manera que se garantiza que las empresas cumplen escrupulosamente con sus obligaciones regulatorias en materia de PBCyFT.
Actualmente, la gran mayoría de las entidades que son susceptibles de verse relacionadas con actividades de blanqueo de capitales o la financiación del terrorismo no son capaces de medir el impacto reputacional que puede suponer tener en su cartera de clientes sujetos relacionados con este tipo de actividades delictivas. En este sentido, dichas soluciones tecnológicas nos permiten acceder a sistemas de información actualizada en tiempo real a través de los cuales podemos establecer el nivel de riesgo de nuestros clientes o proveedores, rastreando sus antecedentes en lo referente a Listas Oficiales de Sanciones e información de Personas Expuestas Políticamente, las cuales requieren de unas medidas de Diligencia Debida mayores y que, en caso de relacionarse con una organización, pueden resultar dañinas para su imagen.
Ante tal escenario, podemos decir que los Compliance Officers serán cada vez más una figura clave en las organizaciones y, por ende, dotarlos de los medios necesarios a nivel tecnológico, con soluciones avanzadas en la Prevención de Blanqueo de Capitales, fraude y conflicto de intereses como investiga® pro de axesor, les permitirá, en primer lugar, poder llevar a cabo una correcta función de cumplimiento, mitigando los riesgos legales, operacionales y reputacionales para su organización; y, en segundo lugar, optimizar su eficiencia al disponer de soluciones que de manera ágil y sencilla ofrecen toda la información y procesos necesarios en su desempeño, acelerando el proceso de Due Diligence de manera sustancial. Por tanto, este será también uno de los retos presentes en la mayoría de las organizaciones.
Autor: Juan Ureña Lizana
Product Manager Axesor