Este artículo destaca la evolución del Compliance en España a lo largo de las últimas dos décadas y enfatiza la importancia de una comunicación efectiva para difundir su valor y significado en las organizaciones.
Además, resalta cómo el Compliance va más allá de la mera conformidad legal y aboga por la ética, la responsabilidad corporativa y la restauración de la confianza en los mercados.
La comunicación se presenta como una herramienta esencial para lograr una cultura de Compliance sólida y para asegurarse de que los beneficios del cumplimiento normativo sean comprendidos y apreciados por todos los miembros de la organización.
Si retrocedemos 20 años en el tiempo, el término “Compliance” en España era prácticamente desconocido. Todos recordamos el antiguo principio del derecho romano “Societas delinquere non potest”.
En ese entonces, las organizaciones no tenían la misma comprensión que tienen en la actualidad en lo que respecta al cumplimiento normativo. La función del Compliance era en su mayoría desconocida y, en muchos casos, percibida como innecesaria.
A lo largo de los años, ha habido un cambio de paradigma. Las organizaciones están comenzando a comprender que las buenas prácticas empresariales son esenciales para la sostenibilidad a largo plazo, especialmente en un entorno cada vez más regulado.
Muchos de los miembros del Grupo UNDER35 de ASCOM somos de la generación del Compliance, somos nativos del Compliance. Somos testigos y protagonistas de un cambio trascendental en la forma en que las organizaciones abordan la ética, la legalidad y la gestión de riesgos.
Sin embargo, a pesar de los avances en esta área, uno de los desafíos más apremiantes que enfrentamos como generación del Compliance – y como Compliance Officers – es la comunicación efectiva de nuestra función a los miembros del órgano de gobierno que aún miran con escepticismo esta nueva realidad.
Para muchos de ellos, el Compliance sigue siendo un enigma y a menudo se percibe como una carga burocrática o una amenaza para la agilidad empresarial. Aquí radica uno de nuestros retos fundamentales: demostrar que el Compliance no es un obstáculo, sino un aliado estratégico para el éxito sostenible de las organizaciones.
La comunicación es la herramienta clave para superar esta barrera de escepticismo. Debemos ser capaces de transmitir de manera efectiva que el Compliance no solo impulsa el cumplimiento normativo, sino que también agrega valor a la organización al fortalecer la confianza del mercado, reducir riesgos legales y financieros, y promover una cultura de integridad.
Como generación del Compliance, debemos trabajar en la difusión de nuestro rol y su importancia estratégica, de modo que podamos contar con el apoyo y el compromiso de todos los niveles de la organización, incluyendo a aquellos que aún no han comprendido completamente su relevancia.
En los últimos años, la función de Compliance ha adquirido un papel cada vez más relevante en el mundo empresarial. A primera vista, se tiene la concepción de que el Compliance es un elemento o medio con la finalidad de evitar una posible responsabilidad penal de la persona jurídica, un aspecto que el legislador incorporó en el artículo 31 bis del Código Penal.
Desafortunadamente, esto ha llevado a que muchas organizaciones implementen Sistemas de Compliance con este propósito, pero, al igual que el universo, el alcance del Compliance puede ser infinito. Calcular el impacto que puede tener un sólido Sistema de Gestión en una Organización efectiva es imposible.
Sin embargo, todo lo que puede aportar un robusto sistema de Compliance son beneficios, paradójicamente, ya sean directos o indirectos, pero beneficios que no conllevan una responsabilidad penal de la persona jurídica.
La función de Compliance no se limita únicamente a garantizar que las organizaciones cumplan con las leyes y normativas que les son aplicables. También aboga por la ética en los negocios, la responsabilidad corporativa y, sobre todo, por la restauración de la confianza de la sociedad en los mercados.
La confianza se ha visto mermada y afectada a causa de varios escándalos que han sacudido a grandes empresas, tanto a nivel nacional como internacional. Para que todo esto surta efecto, un elemento clave es una comunicación efectiva.
Debemos asegurarnos de que todos los empleados de la organización comprendan en qué consiste el Compliance y por qué es tan importante. Desde la perspectiva UNDER35, es crucial traducir la función de Compliance a un lenguaje accesible, demostrando cómo está arraigada en valores éticos y la toma de decisiones responsables.
Establecer una adecuada cultura de Compliance en la organización no es tarea fácil ni algo que ocurra de la noche a la mañana. Un elemento que puede contribuir a lograr una fuerte cultura de Compliance en la organización es, una vez más, la comunicación.
El Compliance Officer debe concienciar de manera constante a todo el personal, comenzando por el Órgano de Gobierno, sobre la importancia y los beneficios asociados al Compliance.
Desde una perspectiva joven, podemos utilizar una variedad de medios y plataformas para lograr todo esto. Las comunicaciones a través de las redes sociales ayudan a transmitir el mensaje de manera atractiva. Narrar historias, ya sean ficticias o reales, puede ilustrar a las personas trabajadoras cómo el Compliance protege a la organización, resaltando que el Compliance no es solo una obligación legal, sino un compromiso con el bienestar de la organización y su entorno.
Como es sabido, la función de Compliance no se limita únicamente a la creación de políticas y procedimientos, pero una cosa es cierta: si queremos lograr una fuerte cultura de cumplimiento en nuestra organización, debemos contar con una comunicación eficaz que garantice que las políticas sean completamente comprensibles y accesibles para todos los miembros de la organización.
Una idea es promover la comunicación abierta y colaborativa entre las diferentes áreas de la organización, rechazando la idea de que Compliance es un departamento aislado. Además, con esta técnica podemos ayudar a identificar riesgos y abordar los problemas de manera eficaz.
Una comunicación adecuada garantiza que la organización esté al tanto de las últimas novedades legislativas que puedan afectarla. Gracias a esto, podemos evitar sanciones por incumplimiento y, lo que es más importante, un daño reputacional de consecuencias incalculables. Ambos afectarían considerablemente las finanzas de la organización.
Transmitir a todos los empleados la importancia del Sistema de Gestión de Compliance no solo generará beneficios internos en la organización, sino que también traerá beneficios externos.
Los stakeholders confían en aquellas organizaciones que creen en el Compliance, que dotan a sus departamentos de Compliance de los recursos necesarios para llevar a cabo la función y, sobre todo, que cuentan con un sólido Sistema de Gestión de Compliance.
Cuando se realiza una comunicación adecuada, el Compliance se convierte en una fuerza motriz que promueve la ética, la integridad y la responsabilidad corporativa, protegiendo no solo a la organización de riesgos legales y financieros, sino también fortaleciendo su reputación y sus relaciones con todas las partes interesadas.
Desde nuestro perfil joven, podemos aportar una visión fresca y dinámica que resuene con las generaciones actuales. Somos nativos del Compliance. Somos la generación del Compliance y, lo más importante, somos el Compliance.